Consumir exceso de vitamina puede provocar alteraciones de la piel, caída de pelo, debilidad, vómitos y en casos extremos trastornos hepáticos. Ante esto, Abadi Distribución de Alimentos recomienda no ingerir de manera indiscriminada grandes cantidades de vitamina sin prescripción médica.
Las vitaminas son nutrientes esenciales para el organismo debido a que son necesarias para que se lleven a cabo diferentes funciones celulares; este grupo de sustancias se dividen en hidrosolubles y liposolubles. La diferencia entre ambas se encuentra en que las primeras son utilizadas por el organismo inmediatamente, mientras que las liposolubles se acumulan en el tejido graso del cuerpo.
Asimismo, el organismo requiere de 13 vitaminas. En primer lugar, las 9 hidrosolubles que abarcan la C y las del grupo B. En segundo lugar, las cuatro liposolubles, que incluyen la A, K, y D.
Un compuesto beneficioso puede convertirse en tóxico cuando:
● La cantidad del principio bioactivo no utilizado se puede acumular en ciertos tejidos, por ejemplo, las sustancias lipófilas se acumulan en el tejido adiposo y en el hígado, y las hidrófilas se almacenan en algunos órganos, como los riñones, lo que provoca efectos perniciosos a largo plazo.
● También es posible que el exceso de compuesto bioactivo se metabolice a sustancias tóxicas. Esto es especialmente importante en las sustancias que se acumulan en el hígado, que es denominado la “fábrica química” del organismo.
● El exceso de compuesto bioactivo puede interaccionar con otras sustancias presentes en el organismo. Es conocido que algunas vitaminas interaccionan con algunos fármacos, lo que disminuye la actividad de estos y puede ser perjudicial para la salud.