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Actualmente, los empaques sustentables se han posicionado como una alternativa ante la crisis ambiental, por lo que han impactado de manera significativa en las preferencias de compra de las y los consumidores.

Un empaque sustentable es aquel concebido desde su origen de manera responsable, diseñado para ser eficaz y seguro en todo su ciclo de vida. Para las empresas, el empleo de este tipo de empaques supone múltiples beneficios, como:

1. Avalan la responsabilidad social de la empresa, así como su interés por la calidad de lo que ofrece, desde el empaque hasta su contenido, factores que impactan positivamente en el aumento de las ventas.

2. Al implementar un diseño innovador, facilitan el manejo, almacenamiento y transportación del producto.

3. Transmiten un mensaje de consumo responsable, que se hace extensivo a los consumidores y los hace partícipes del cuidado del medio ambiente.

4. Reducen en gran medida el impacto negativo del producto en el medio ambiente, puesto que se utilizan materiales reciclados y locales, lo que disminuye la huella de carbono.

5. Reducen los gastos, debido a que se requiere menos energía y cantidad de material para producir, transportar y poner el producto a disposición del consumidor.

6. Por su carácter biodegradable o reutilizable, evitan su desecho en tiraderos al aire libre y su posterior destino, los océanos.

En esta línea temática, Abadi Distribución de Alimentos emplea acciones en pro de la sostenibilidad, tales como la reducción del consumo de materiales de empaque y envío; el ahorro de energía eléctrica; la prevención de posibles fuentes de contaminación; y la promoción del uso eficiente del agua.

La economía circular es un sistema de aprovechamiento de recursos en el que se busca disminuir la producción de bienes y servicios al mínimo indispensable, de manera que los productos se empleen sólo de ser necesario, de acuerdo con la definición de la Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO).

Este modelo trae múltiples beneficios sociales, económicos y ambientales, tales como:

1. Disminución de daños medioambientales, a través del uso, en la mayor cantidad posible, de materiales biodegradables en la fabricación de bienes de consumo, con el fin de que puedan volver a la naturaleza al agotar su vida útil. 

2. Prolongación del tiempo de vida útil de los productos, mediante la reutilización, la reparación, la actualización y la reelaboración de los productos y sus componentes.

3. Mejora en los procesos de producción de empresas que buscan reducir su impacto en los ecosistemas, como Abadi Distribución de Alimentos, puesto que el reutilizar los recursos resulta más rentable que crearlos desde cero.

4. Reducción de los precios de venta al consumidor, como consecuencia del bajo costo de producción que se da por la reutilización de recursos.

5. Optimización del uso de la energía y la reutilización o el reciclaje de materiales de alto valor.
6. Ampliación de soluciones para un desarrollo económico integral, que considere los retos mundiales, como el cambio climático, la pérdida de biodiversidad y el incremento de la contaminación.

La organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) define a la agricultura urbana como la práctica de producción de alimentos dentro de los espacios reducidos que hay dentro de las ciudades: patios, terrazas y huertos comunitarios, así como espacios públicos o no aprovechados. Este tipo de agricultura busca producir alimentos frescos para el autoconsumo.

Ésta engloba actores, comunidades, métodos, lugares, políticas, instituciones, sistemas, ecologías y economías pertenecientes a los centros urbanos. Asimismo, emplea y regenera los recursos locales para satisfacer las necesidades de las poblaciones locales.

La agricultura urbana supone una estrategia para fomentar la resiliencia del suministro de alimentos de una ciudad. Aunado a esto, genera múltiples beneficios, tales como:

1. Enriquecer la dieta familiar.

2. Crear áreas verdes.

3. Generar ingresos a familias en situación de pobreza.

4. Emplear medidas sustentables de los recursos naturales, a la vez que respeta el saber y las tradiciones locales.

5. Brindar alimentos frescos.

6. Reciclar residuos urbanos.

7. Fortalecer la resiliencia de las ciudades frente al cambio climático.

Abadi Distribución de Alimentos, empresa socialmente responsable, respalda este tipo de iniciativas sostenibles en materia de producción de alimentos, debido a que son afines con su compromiso medioambiental.

El packaging alimentario es el empaque que sirve para proteger los alimentos de agentes ambientales, daños externos y contaminación, además de evitar el extravío de los productos.

Asimismo, contribuyen a garantizar el transporte seguro y almacenamiento óptimo del producto. Aunado a esto, mediante el diseño del packaging es posible realizar estrategias de marketing que llegan directamente al consumidor, debido a que es un espacio apto para incluir información y publicidad impresa. 

Son tres los tipos de packaging principales: el primario, que contiene y protege al producto; el secundario, que agrupa a los primarios; y el terciario, que agrupa, a su vez, al packaging primario y secundario.

En este sentido, dentro de la industria alimentaria, rubro en el que, por su calidad e higiene, destaca Abadi Distribución de Alimentos, existen materiales que, por sus propiedades, son empleados comúnmente para empacar los productos. Estos son:

1. Plástico. Usado para la mayoría de alimentos congelados, perecederos, bocadillos y artículos de panadería.

2. Aluminio. Se utiliza en bebidas, alimentos enlatados perecederos y algunos productos horneados.

1. Cartón. Es empleado tanto para alimentos congelados como frescos, así como productos secos, entre los que destacan los cereales y arroces.

La agricultura 4.0 integra una serie de innovaciones para producir productos agrícolas. Estas innovaciones engloban la agricultura de precisión, el Internet de las Cosas (IdC) y macrodatos, para lograr una mayor eficiencia en la producción, de acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

Con la implementación de mejoras técnicas de las nuevas tecnologías agrícolas, se espera obtener diversos beneficios, entre los que destacan:

• Optimizar la eficiencia de la producción.

• Mejorar la calidad.

• Minimizar el impacto ambiental.

• Reducir los riesgos relacionados con la producción.

En este sentido, Productos Abadi tiene en consideración que el campo es uno de los pilares de la economía en el país, por lo que respaldan la promoción de la implementación de este tipo de tecnologías entre los agricultores mexicanos, así como de apoyar a los productores locales y familiares para que logren acceder al equipo necesario y, así, no rezagarse en estos avances.

De acuerdo con la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), los conservadores son sustancias que, al ser añadidas intencionalmente al alimento, tienden a prevenir o retardar el deterioro causado por enzimas y microorganismos, es decir, prolongan su vida útil, al protegerlos frente a la descomposición.

Los conservadores, también llamados conservantes, obstaculizan la proliferación de microorganismos o bacterias, causantes de intoxicaciones alimentarias peligrosas para el organismo. Lo anterior, gracias a que actúan sobre la célula del microorganismo, ya sea que destruyan su membrana, inactiven sus enzimas o ataquen su estructura genética.

Los conservadores se dividen en físicos y químicos. Estos últimos se dividen en los siguientes grupos:

1. Agentes antimicrobianos. Benzoatos, sorbatos, propionatos y nitratos.

2. Antioxidantes. Sulfito, Vitamina E, Vitamina C, hidroxianisol butilado y hidroxitolueno mutilado.

3. Agentes quelantes. Ácido etilendiaminotetraacético disódico, ácido cítrico y polifosfatos.

Para seleccionar el conservador adecuado para un alimento en específico, se debe tomar en cuenta el pH, el porcentaje de agua y la composición química del producto.

En Abadi Distribución de Alimentos, empresa líder de la industria alimentaria, mantener la calidad e higiene de sus productos es un deber fundamental, por lo que siempre se mantiene actualizado en cuanto a protocolos, medidas y normas en la materia.

Un huerto en casa, ya sea urbano o rural, representa una opción importante para que la familia produzca y consuma productos frescos y saludables a bajo costo, para una dieta balanceada.

Como empresa con responsabilidad social, Abadi Distribución de Alimentos respalda toda iniciativa que suponga una mejora para la salud, alimentación y economía de la población.

De acuerdo con la Universidad Veracruzana, un huerto es un agroecosistema en el que interactúan plantas comestibles con el suelo, la luz solar, el agua, las plantas no cultivadas y todos los organismos asociados, incluidos los agricultores, encargados de sembrar, cosechar y consumir los alimentos

El huerto es una pequeña área de siembra, dentro de los límites de la casa o contiguo a ella, que se destina al cultivo de hortalizas, diversas plantas medicinales y aromáticas, e incluso frutales.

Existen distintos tipos de huertos:

• Blando
• Duro
• Vertical
• Colgante
• Invernadero
• Hidropónico

El tipo de huerto y los cultivos a elegir están deberán determinarse según las necesidades y preferencias de la familia.

La Secretaria de Medio Ambiente de la Ciudad de México (SEDEMACDMX) recomienda los siguientes materiales para elaborar un huerto en casa: charola o un plato, aspersor, palillos de madera, vasos pequeños, bolsas gruesas de plástico, frutas y verduras frescas, tierra y recipientes de reuso, de preferencia de capacidad igual o mayor a tres litros.

En el contexto de crisis que se vive actualmente, tanto ambiental como alimentaria, es fundamental implementar medidas sostenibles en todos los ámbitos posibles. En el caso de la industria alimentaria, líderes empresariales de este rubro, como Abadi Distribución de Alimentos, deben estar a la vanguardia de opciones ecológicas, como la cocina de aprovechamiento.

La cocina de aprovechamiento, conocida también como trash cooking o zero waste, es una tendencia en el ámbito culinario en la que se busca aprovechar al máximo los alimentos y así evitar su desperdicio.

Con el fin de lograr este objetivo se vale de diversas medidas, aunque principalmente se basa en crear nuevos platillos o recetas con los sobrantes de uno anterior.

La cocina de aprovechamiento resulta de gran importancia si se toma en cuenta que, de acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), entre un cuarto y un tercio de los alimentos producidos anualmente para consumo humano se pierde o desperdicia, es decir, mil 300 millones de toneladas de alimentos, cantidad suficiente para alimentar a 2 mil millones de personas.

De acuerdo con la International Sweetener Association, los edulcorantes sin azúcar (NSS) son ingredientes alimentarios con sabor dulce, que se utilizan como sustituto del azúcar por no tener calorías o con una muy baja cantidad de éstas, en comparación. Son utilizados en alimentos y bebidas, así como en edulcorantes de mesa.

También se les conocen bajo otras denominaciones, como edulcorantes no nutritivos, edulcorantes no energéticos, edulcorantes bajos en calorías, edulcorantes intensos, edulcorantes de alta potencia, o como sustitutos del azúcar.

Entre los edulcorantes sin azúcar más comunes se encuentran el acesulfamo de potasio, el aspartamo, el advantame, los ciclamatos, el neotame, la sacarina, la sucralosa y la stevia y sus derivados.

Aunque surgieron como una alternativa más sana al consumo del azúcar, recientemente la Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió sobre los posibles riesgos a la salud que pueden provocar.

En el documento que la organización publicó a mediados de este año, Use of non-sugar sweeteners: WHO guideline, el cual basa sus recomendaciones en los descubrimientos de una revisión sistemática de la evidencia disponible, se señala que el uso de NSS no supone ningún beneficio a largo plazo, además de que puede incrementar el riesgo de padecer diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares y en la mortalidad en adultos.

Productos Abadi, empresa líder en la industria alimentaria, cumple con todas las normas y recomendaciones vigentes estipuladas por las autoridades correspondientes, lo que garantiza la seguridad y calidad de todos sus productos y procesos, además de que le ha valido numerosas certificaciones.

De acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud (OPS), la contaminación cruzada es el transporte de sustancias perjudiciales o microorganismos patógenos a través de manos, superficies en contacto con el alimento, esponjas, toallas de tela y utensilios que entran en contacto con el alimento crudo, y posteriormente con el alimento listo para el consumo, contaminándolo.

Las consecuencias de consumir alimentos contaminados en el organismo son las enfermedades de transmisión alimentaria (ETA). Estas enfermedades son de carácter infeccioso o tóxico, causadas por agentes, ya sean biológicos, químicos o físicos, que penetran al organismo, mediante el alimento.

Independientemente de si la enfermedad de transmisión alimentaria es una infección o una intoxicación, es común que el cuerpo presente dolor de estómago, vómito y diarrea.

La ETAs más comunes son:

• Infección: Aparece cuando el alimento es contaminado con gérmenes que causan enfermedades, como bacterias, larvas o huevos de parásitos.

• Intoxicación: Se presenta cuando el alimentos es contaminado con productos químicos, toxinas producidas por gérmenes.

Abadi Distribución de Alimentos garantiza la seguridad e inocuidad de los insumos que manipula el personal, mediante la implementación de protocolos de higiene y control en cada área operativa, así como instrumentos y superficies sanitizadas, uso de uniforme, cadena de frío y más.