Actualmente, existen 795 millones de personas que pasan hambre. Ante esto, la lucha contra la seguridad alimentaria y el hambre es uno de los propósitos fundamentales que se han presentado en los nuevos Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Por ello, las formas más frecuentes de luchar contra el hambre son:
1. Acceso al agua y sistemas de saneamientos. Hoy en día, miles de personas en el mundo no cuentan con agua potable y dependen de las lluvias estacionales. Existe una relación clara y directa entre la escasez de alimentos y la precariedad de los servicios de saneamiento.
2. Desarrollo agrícola y distribución de alimentos. La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) asegura que la producción agrícola es suficiente para alimentar a todo el planeta. No obstante, un gran número de personas todavía no pueden acceder a los alimentos que necesitan.
3. La fuerza de la educación. La educación debe convertirse en el motor para mejorar las situaciones económicas de las familias y, al mismo tiempo, la lucha contra el hambre contribuirá a crear condiciones óptimas para impulsar el aprendizaje.
4. El papel de la mujer. La mujer desempeña sin duda un papel clave en la lucha contra la pobreza. Se calcula que dotando a la mujer de las mismas herramientas de acceso
a la producción agrícola que al hombre, se podría reducir el número de personas que pasan hambre en un 17%.
5. Ayuda alimentaria. Se trata de una forma de asistencia para luchar contra el hambre. No soluciona las bases del problema, pero ayuda a mitigar las consecuencias. Actualmente, muchas son las ONG que ofrecen ayuda de emergencia a países que han sufrido daños por alguna catástrofe.
Al ser uno de los protagonistas de la industria de alimentos, Abadi Distribución de Alimentos contribuye a concientizar a sus colaboradores, clientes y consumidores sobre el desperdicio de alimentos y sus consecuencias para el medio ambiente y la sociedad.