Es importante tener en cuenta que más de un tercio de las emisiones globales de Gases de Efecto Invernadero (GEI) se originan en la producción de alimentos. Si bien reducir el consumo de proteína animal es un primer paso hacia la sostenibilidad, se puede avanzar aún más adoptando prácticas como las que recomienda la Academia de Nutrición y Dietética de Barcelona:
- Optar por productos locales y de temporada.
- Estimar las porciones y comprar únicamente lo necesario para evitar desperdiciar alimentos.
- Conservar adecuadamente los alimentos y congelarlos si no se van a consumir de inmediato, lo que prolonga su vida útil y brinda más oportunidades para consumir en lugar de desechar.
- Comprar a granel y llevar nuestros propios recipientes reutilizables para reducir el uso de plásticos y cartones innecesarios.
- Reciclar las sobras siempre que sea posible para preparar otros platos.
El rol que desempeña el sector privado es innegable. Ejemplo de ello es Abadi Distribución de Alimentos, que, como parte de su compromiso con la sostenibilidad, ha conseguido la certificación ISO 14001, la cual avala su Sistema de Gestión Ambiental.