El acceso equitativo al agua es un derecho humano fundamental. Sin embargo, en la práctica, millones de personas enfrentan serias dificultades para ejercerlo. Actualmente, una cuarta parte de la población mundial —alrededor de 2 mil millones de personas— vive bajo estrés hídrico, según datos de la organización WeAreWater.
Pero, ¿de qué hablamos cuando hablamos de estrés hídrico? El estrés hídrico ocurre cuando la demanda de agua supera la cantidad disponible o cuando su calidad es insuficiente para el uso requerido, según la definición del medio especializado iAgua. Sus principales características son:
- Desequilibrio entre oferta y demanda. Ocurre cuando el uso supera el volumen renovable disponible, como ríos, lagos y acuíferos.
- Alta competencia por el recurso. A mayor demanda cercana a la capacidad de suministro, mayor es la presión y el riesgo de escasez.
- Vulnerabilidad. Regiones con estrés hídrico son más susceptibles a impactos climáticos, sociales y económicos.
- Multisectorialidad. Afecta el acceso doméstico, la producción agrícola, la industria y el ecosistema.
El estrés hídrico es, por tanto, un indicador clave del desequilibrio entre la disponibilidad del recurso y las necesidades humanas y ambientales. En este sentido, la participación de todos los sectores sociales es imperativo, incluyendo al privado.
Conscientes de ello, Abadi Distribución de Alimentos, empresa líder en la industria mexicana de alimentos, cuenta con un Sistema de Gestión Ambiental avalado por la norma internacional ISO 14001, mediante el que reduce su impacto en el entorno natural, considerando también cuerpos de agua.