Las empresas juegan un papel crucial en la promoción de la justicia social. A través de prácticas empresariales responsables, pueden contribuir a la generación de empleo, la reducción de la desigualdad y el fortalecimiento del Estado de derecho.
La iniciativa Pacto Mundial de la ONU recomienda una serie de medidas que pueden adoptar para fomentar la justicia social:
- Fomentar el diálogo social. Colaborar con gobiernos y organizaciones de trabajadores para crear políticas inclusivas, así como promover la negociación colectiva para mejorar las condiciones laborales.
- Crear oportunidades de empleo equitativas. Impulsar la contratación de personas en situación de vulnerabilidad y asegurar igualdad de oportunidades para todos los empleados, sin distinciones.
- Evaluar la sostenibilidad empresarial. Analizar su impacto como empresa con base en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) e implementar estrategias de gobernanza transformadora para promover la equidad.
- Implementar códigos éticos. Desarrollar programas internos de evaluación y control, así como mecanismos de denuncia, con el fin de prevenir prácticas corruptas y garantizar la transparencia. Un buen ejemplo de esto es Abadi Distribución de Alimentos, que cuenta con un Código de Ética y un canal de denuncia para todas sus empresas.
- Definir responsabilidades claras. Asignar funciones específicas a directivos en temas de ética y cumplimiento normativo, con la alta dirección involucrada en la definición de los valores empresariales.
- Promover la capacitación. Ofrecer programas de formación en ética empresarial y sostenibilidad y fomentar la diversidad, equidad e inclusión en los equipos de liderazgo.
Además de estas acciones, las empresas deben reflexionar constantemente sobre su impacto en la sociedad, evaluar las políticas internas y fortalecer su compromiso con la construcción de un entorno más justo e igualitario.