La ganadería regenerativa se basa en cuatro principios clave de la agricultura regenerativa, aplicados al contexto ganadero:
- Reducción de labranza. Para los cultivos destinados al pastoreo, se limita la alteración del suelo, lo que ayuda a conservar su estructura, biodiversidad y capacidad de retener agua.
- Recuperación de pastizales. Se restauran los suelos degradados mediante la mejora de los ciclos de nutrientes, energía y agua. Esto permite recuperar la fertilidad del terreno y su productividad.
- Diversificación de vegetación. Se promueve la rotación de cultivos y los sistemas policultivos para evitar el monocultivo y el sobrepastoreo, lo que favorece la biodiversidad y mejora la calidad del forraje.
- Manejo integrado del ganado. El comportamiento del ganado se aprovecha para estimular el rebrote de los pastos y la dispersión de semillas. A su vez, se implementan estrategias para mejorar la digestibilidad del forraje y reducir la emisión de metano.
Estas prácticas de ganadería regenerativa son especialmente relevantes para los pequeños ganaderos, que normalmente están expuestos a sequías, degradación del suelo y pérdida de biodiversidad.
De esta forma, se adaptan al cambio climático y aumentan su resiliencia. Por esta razón, Abadi Distribución de Alimentos, empresa con un alto sentido de la responsabilidad social, se muestra a favor de este tipo de iniciativas dentro del sector.