El lenguaje es la capacidad del ser humano para expresar pensamientos y sentimientos. Por mucho tiempo el lenguaje se ha utilizado de forma violenta que naturaliza la discriminación y desigualdad entre hombres y mujeres.
La sociedad ha justificado las relaciones desiguales y de poder que se ejercen en los centros de trabajo. Existen muchas formas de lenguaje y expresiones sexistas utilizadas cotidianamente que construyen estereotipos de género, los cuales refuerzan la idea de que las mujeres tienen un papel de inferioridad o subordinación respecto a los hombres.
Es importante que en los centros de trabajo exista un ambiente de trabajo digno y saludable. El lenguaje incluyente promueve el respeto a los derechos humanos, la eliminación de estereotipos y la no violencia.