En la actualidad existen diversas alternativas de empaques compostables que son biodegradables y no causan daño al medio ambiente.
Los empaques compostables necesitan de microorganismos de la tierra como hojas y plantas para el proceso de degradación, mientras que los biodegradables necesitan ser desechados en cielo abierto para que los microorganismos inicien el proceso de biodegradación.
Estos son algunos tipos de empaques compostables:
- Espuma de Micelio. Expertos elaboraron una alternativa que reemplaza la espuma de poliestireno mediante la fabricación de envases que se producen a partir de hongos y desechos biológicos.
- Botellas comestibles fabricadas con algas. El envase está hecho de algas 100% biodegradables y comestibles.
- Botellas elaboradas a base de plantas. La botella de bioplástico ofrece varias ventajas: es 20 veces más ligera que el vidrio, más barata que el plástico y es biodegradable.
- Caseína. Es un envase hecho de caseína o proteína de leche, que actúa como agente bloqueador del oxígeno y evita el deterioro de los alimentos.