Pero para los alimentos, la inteligencia artificial implica mucho más que el uso de sensores, sistemas computacionales o digitalización: se convierte en una solución para mejorar no solo la producción de alimentos sino la forma en que el consumidor se relacionará con esos alimentos, llegando incluso a poder identificar los nutrientes o compuestos que puede tener un alimento en su plato.
Uno de los desarrollos más prometedores de los últimos años han sido los sistemas de inteligencia artificial, los cuales están sirviendo a distintos propósitos, como la optimización de las técnicas de agricultura, la elaboración de alimentos que responden a las necesidades de la población e, incluso, la reducción de desperdicios.
La inteligencia artificial será una herramienta clave para el desarrollo de la industria alimentaria y el crecimiento de empresas como Abadi.